Ocurrió el fin de semana pasado, durante la retransmisión de un partido de los Wizards en Canal Plus Deportes. Nuestro compañeroNikola Loncar exclamó “checo y polaco” para subrayar las nacionalidades poco frecuentes en la NBA de los pívots que Washingtontenía en pista: Jan Veselý y Marcin Gortat. Los pasaportes del decepcionante número seis del draft (2011) y del ex de Phoenix llevaron mi mente hasta otro Checopolaco, aunque no se tratara de un dúo. Hablo del alias artístico del granadino Julián Méndez, artífice de este notable himno pop:
El batallón abre el segundo álbum de Méndez, titulado como su apodo centroeuropeo (escúchalo entero aquí). Le precedió, cuando él aún se hacía llamar Checopolaco y su Ukelele, Un disco de folk podrido (2008). ¿Músico sin currículo previo? No, es uno de los fundadores del grupo Lori Meyers, del que se separó después de los dos primeros trabajos de la banda (tocaba por ejemplo en este temazo). Y compagina su propio proyecto con ejercer como bajista de Los Planetas. De hecho J, el líder planetario, mencionó El batallóncomo una de sus diez canciones preferidas de 2012 en su programa de la emisora online Radio Gladys Palmera. Y aparece entre el público en la siguiente muestra de andar por casa de las melodías de Checopolaco, que adoptó el nombre por pura sonoridad:
Se tenga mayor o menor querencia por el indie, lo cierto es que Julián supone el enésimo eslabón en la cadena del rock y el pop granadinos: Miguel Ríos, Los Ángeles, 091, Lagartija Nick, Los Planetas, Lori Meyers… Sin embargo, a él y a su exgrupo no les alumbró la capital sino Loja. La localidad del Poniente cuenta con alrededor de 20.000 habitantes y una conexión músico-baloncestística: sirvió de último destino bajo los aros al roquero Miguel Tarín. Los seguidores del basket de los ochenta le recordarán: el pívot de 2,17 con el que el Barcelona buscó dar réplica a la estatura del madridista Fernando Romay (ambos en esa foto en la que Romay parece más alto pese a que mide 2,12). Tarín se movía en círculos rocker de la Ciudad Condal, y dicen que el mismo Loquillo, entonces jugador del Cotonificio, le animó a dedicarse al baloncesto.
La aventura no cuajó. Enseguida dejó de vestir de azulgrana y emprendió el peregrinaje: Tenerife, Pineda,Hospitalet, Manresa (ACB), Vic, Palma de Mallorca, Cartagena, Alcudia, Granada (ACB) y, finalmente, elDigsa Loja en la temporada 92-93. Dicho equipo con cancha lojeña, el Club Amigos del Baloncesto, es el germen del actual C.B. Granada (el otro Granada, en origen Oximesa y en el que Tarín también militó, cedió sus derechos al Ayuntamiento de A Coruña). Y para enmarcar, además de sus cinco internacionalidades con Díaz-Miguel, esta foto de su única campaña (81-82) en la primera plantilla del Barça.
Nombres gloriosos de nuestro baloncesto, a las órdenes de Antoni Serra: Juan Ramón Fernández, Sibilio, el canadiense Lars Hansen, Tarín, De la Cruz, Manolo Flores, Chichi Creus, Solozábal, Epi, y Perico Ansa. Solo dos cursos después arrancó la ACB, año en el que buena parte de los retratados disputó y perdió la mítica final de la Copa de Europa (ahora Euroliga, en Canal Plus Deportes y Sportmanía) ante el Banco di Roma. Fue la gran noche de la libélula estadounidense que llevaba la manija del rival, Larry Wright:
Y qué mejor para concluir este acercamiento al indie granadino y al excompañero de los que rozaron el máximo trofeo continental que escuchar La Copa de Europa. Sí, el corte de cierre de uno de los discos cumbre de Los Planetas: Una semana en el motor de un autobús. Tocaron el álbum en vivo en la reciente edición del Primavera Sound (aquí el concierto íntegro). Y con un checopolaco de Loja pulsando las cuatro cuerdas del bajo.
RAMÓN FERNÁNDEZ ESCOBAR
El blog de Ramón Fernández 