¿Cuál es el hilo invisible que une a Denzel Washington y a Benicio del Toro? Me ha ayudado a recordarlo el Festival de Cine de San Sebastián, cuya 62ª edición acaba de concluir este fin de semana. El certamen optó este año porque los dos estrellones recibieran elPremio Donostia en reconocimiento a sus respectivas carreras. Y el galardón se convierte en nuevo elemento de asociación entre ambos. Puesto que ya existía otro, relacionado con el baloncesto y de connotaciones familiares, fueran reales o ficticias: mientras que Benicio es primo del exNBA Carlos Arroyo, Denzel ejerció como padre de Ray Allen en la peli de Spike Lee He got game. Ambos, ex jugadores de los Heat. Al portorriqueño, como comentábamos en el anterior post de este blog, le disfrutaremos en Canal +disputando la Euroliga con el Galatasaray. Allen deshoja la margarita entre la retirada o incorporar un nuevo equipo NBA a su currículo.
De Arroyo conocimos también su faceta como vocalista de reggaetón. Aunque ignoro si la pertenencia a la farándula de su primo ha podido influirle para ello. Benicio tiene otros músicos en la familia. Por ejemplo, su tío Eliseo, conocido cantante melódico en la Barcelona de los primeros 60. Aquí va una muestra: Celosa, interpretada por Eliseo del Toro y su Conjunto. A la hermana de Eliseo también le dio por vivir de la garganta, y ejerció de pundonorosa aspirante a estrella ye-ye con el nombre de Franciska en los 60 y 70. Llegó incluso a interpretar Esta será mi casa, la canciónpopularizada por Nino Bravo. Y la hija de Franciska es la inefable Rebeca, cuyo Duro de pelar ha servido hasta para anunciar talleres de reparación. ¿Representará esta rama de la familia un espejo para el arte de Arroyo? Porque a Benicio del Toro no se le recuerdan ni incursiones en el baloncesto ni gorgoritos. En el siguiente videoclip de Madonna, el de La Isla Bonita, desde luego no cantaba. Probad a reconocerle de joven (minuto 3:07) sentado sobre un coche:
Y tras el ejercicio tipo ‘¿dónde está Wally?’ con Benicio, turno para Denzel Washington y su papel de padre de Jesus Shuttelsworth enHe got game (1998). Ya sabéis, la historia del presidiario que intenta convencer a su hijo, un astro emergente del basket, para que se enrole en el ‘alma mater’ del gobernador del estado (la universidad donde estudió). El preso cuenta a cambio con una promesa de reducción de condena. A la película la acompaña la notable banda sonora de ese grupo clásico del hip hop que es Public Enemy. El único single, el tema que titula el filme, interpola abiertamente elementos de For what it’s worth (cantada por su autor, Stephen Stills, que aparece en el vídeo):
Stills escribió For what it’s worth en 1966 para su primer gran grupo, Buffalo Springfield, ya compartido con Neil Young. Le inspiraron los disturbios de Sunset Strip, donde el mundillo hippie de Los Angeles protestaba por los intentos de establecer una especie de toque de queda noctámbulo reclamado por el vecindario. A menudo se malinterpreta como himno antibélico, y la revista Rolling Stone la sitúa en el puesto 63º de su relación de las 500 mejores canciones de la historia. Vale la pena escucharla interpretada por la banda original. Y ojo, por cierto, a las patillas que se gasta Young, en segundo plano, con la guitarra solista:
Denzel Washington ha actuado en otros filmes con contexto deportivo: hizo de entrenador de fútbol americano en Remember de Titans o encarnó al boxeador Hurricane Carter. En la música, como a del Toro, no se le conocen facultades, aunque protagonizara una película con título prestado de una canción de Dylan(The mighty quinn) u otra, The preacher’s wife, cuya banda sonora permanece como el disco de góspel más vendido de todos los tiempos.
Otra cosa, en su caso, son los pinitos baloncestísticos. Washington jugó dos temporadas como guard en el equipo de la Universidad de Fordham. Y lo hizo a las órdenes de PJ Carlesimo. Sí, el antecesor de Jason Kidd en el banquillo de los Nets y exayudante de Popovich. Antes, había llevado a Seton Hall al subcampeonato de la NCAA (1989) y dirigido en la NBA aBlazers y Warriors. Desafortunadamente, todo el mundo le recuerda por ser el técnico al queLatrell Sprewell agredió en un entrenamiento del equipo de Oakland. Denzel, hace no mucho, definió las prácticas en Fordham como largas y agotadoras, pero asegura haber empleado en su vida muchas de las enseñanzas de Carlesimo. Y si alguien quiere una prueba del pasado del actor con el balón, que se fije en su meñique derecho, fracturado en un lance de baloncesto y nunca corregido en su desviación. Es semejante al que luce en la NBA el nuevo alero de los Cavs Shawn Marion. El dedo de The Matrix se dobló de esa manera siendo ya jugador de los Mavericks. Y en su caso, se trata del izquierdo.
RAMÓN FERNÁNDEZ ESCOBAR
El blog de Ramón Fernández 