La Locura de Marzo acapara estos días protagonismo en el baloncesto estadounidense. Y además del hundimiento del Titanic, ver caer a Duke (3) ante Mercer (14), la segunda ronda del gran baile trajo apuros para el equipo que, precisamente, había derrotado a los Blue Devils en la final de la Atlantic Coast: la Universidad de Virginia. Los Cavaliers intentan reverdecer sus cotas de tiempos de Ralph Sampson, a principios de los ochenta, y se han plantado en el torneo de la NCAA como primeros preclasificados del Este y dueños de la mejor defensa del país (en lo que respecta a puntos en contra). Dirigidos desde la banda, por cierto, por un exjugador universitario de récord (su carrera es la más certera, 49’7%, en el tiro de tres) y con nombre de crooner, Tony Bennet.
Pero el cantante de verdad lo tuvo Bennet enfrente en el arduo triunfo de Virginia ante Coastal Carolina (16): Ciff Ellis, entrenador desde hace siete años de los conocidos como Chanticleers, afincados en Conway, Carolina del Sur. Y un tipo capaz de entonar Amazing grace ante el entrevistador y bailar con sus jugadores para celebrar su corona en 2014 en la Big South Conference (aquí se le ve, en el minuto 27:30). ¿Euforia excepcional por un máximo logro? Él atesora triunfos de más prestigio en los banquillos: proporcionó a Clemsonen 1990 su único primado en la regular season de la Atlantic Coast, y fue elegido técnico del año en 1999 a nivel nacional por llevar aAuburn a su primer título de la Southeastern Conference en cuatro décadas. En realidad, le va el artisteo: mirad cómo canturreaba en el siguiente vídeo (minuto 2:02) frente al mismo periodista, en enero pasado, después de ganar a domicilio a Radford (pese a los triples de Ya Ya Anderson):
Para quien se lo esté preguntando, Ellis amaga arriba con Ya Ya, pasaporte para Lee Dorsey a la cima de las listas de R&B en 1961(la canción íntegra aquí con imágenes de American Graffiti, su banda sonora la incluía). Y es que el coach de Coastal Carolina y los sesenta van inseparablemente ligados en lo musical: entre 1964 y 1969 fue el frontman de The Villagers, un grupo de garage rock (y alma pop) nacido en los campus de su Florida natal. La banda trazó una andadura breve pero exitosa en el Sureste de Estados Unidos, incluso con un número dos radiofónico, Laugh it off. El tema que aparece a continuación con imágenes de la trayectoria baloncestística de Ellis:
Laugh it off fue en origen una cara B de single para este grupo vocal afroamericano, The Tams, procedente de Atlanta. The Villagers registraron su propia versión, más un cover de los Beatles, You’re going to lose that girl (a partir del 2:27), en los estudios FAME de Rick Hall en Muscle Shoals, Alabama. Sí, el mismo Rick Hall que luego sería célebre productor de Aretha Franklin o Wilson Pickett. Y es allí donde coincidieron con Etta James. Ella estaba acabando de grabar, y Hall vio a Ellis tan entusiasmado que le invitó a tocar la pandereta en un clásico de la diva del soul, Tell mama (de título Tell daddy cuando lo compuso e interpretó Clarence Carter). El instrumento se escucha a menudo en el corte, y no es coña, lo maneja el futuro entrenador:
Eso no pasaría de anécdota si no fuera porque Tell mama arrinconó a la cara B de su sencillo a la inmortal I’d rather go blind (no me canso nunca de escucharla, ahí van tres interpretaciones distintas a cargo de Etta James: la original, una en vivo en Montreux 75 y otrajunto a Dr. John). The Villagers se codearon con otros iconos, y ejercieron de teloneros para Roy Orbison o Charlie Rich. Pero su proyecto, que nunca llegó a entregar un álbum, tenía fecha de caducidad: la de su graduación universitaria. Así lo habían pactado previamente. Eso no les impidió fichar por un sello grande como Atco y publicar, por ejemplo, este apreciable single en 1967, Where have you been (all my life). Y ojo a este otro del mismo año, Cool it / You can’t stay, sobre todo el primer corte. Ya muy talluditos, tocaron hace poco en una reunión casera en recuerdo a un amigo la sinuosa Spooky, también una versión, como era su hábito (aquí las imágenes, a partir del minuto 3:46).
Aunque Ellis aún se defiende ante el micro, resulta preferible el grupo que actualmente se hace llamar Villagers, vehículo para la creatividad del dublinés Conor J. O’Brien (una muestra de su indie-folk atmosférico). Pero seguro que Ellis, al igual que en la primera parte frente a Virginia (Coastal Carolina ganaba por cinco en el descanso), aún disfruta cuando pisa las tablas y retoma su actividad sesentera. La que le sirvió, como cuenta en su autobiografía, para saber ser también un “entertainer” dirigiendo a los jugadores. Eso sí, parece difícil que haya sido capaz alguna vez de animar tanto a un equipo como a la señora que acapara la primera fila de otra actuación reciente de sus Villagers. El vídeo, pese a su audio defectuoso, es todo un puntazo:
RAMÓN FERNÁNDEZ ESCOBAR