“Victor Oladipo es como el culo de un bebé: suave…pero en ocasiones explosivo”. Lo dijo Clark Kellogg, exjugador de la NBA con losPacers y comentarista del baloncesto universitario. Y Oladipo ha demostrado lo segundo (aquí su triple doble frente a los Sixers) en sus dos meses como profesional: esa agresividad en ataque y defensa que le permiten sus condiciones atléticas y que, junto a su madurez, le llevó al número 2 del draft. Sobre la suavidad del escolta de los Magic (¿rookie del mes en el Este, ayudado por la lesión de Michael Carter-Williams?) también hay pruebas. Y son musicales:
El Spirit of Indiana Showcase para atletas de dicha universidad nos dejó hace unos meses ese momento impagable del vídeo que hay sobre estas líneas. Ya que Kellogg definió a Oladipo como “smooth”, qué mejor que ofrecer desde el escenario Ain’t no sunshine, una de las joyas del sedoso Bill Withers. El primer éxito del epítome del smooth soul se convirtió en dueto entre el baloncestista y la jugadora de softball de los Hoosiers Shelby Gogreve. A continuación, la propia e imprescindible versión del cantante nacido en West Virginia y luego afincado en Los Angeles:
¿Y qué podemos añadir a propósito de Withers y su canción? Pues que la compuso inspirado por el filme de Blake Edwards Días de vino y rosas. Sí, aquel en el que Jack Lemmon y Lee Remick batallaban con el alcoholismo. Hay un pasaje de Ain’t no sunshine donde Withers repite 26 veces “I know”. El asegura haber buscado versos para esa parte, pero que los demás músicos del disco (Booker T & the MG’s con el cambio en la guitarra de Steve Cropper por Stephen Stills) le insistieron en que no lo hiciera: “Y acepté. Al fin y al cabo, yo era un operario que mataba el tiempo con la música” (el fabricante de asientos para inodoros que le tenía empleado entonces seguro que no inspiró las palabras iniciales de Kellogg sobre Oladipo).
Muy recomendable es este concierto suyo en la BBC, en su época de esplendor y de apenas media hora, que incluye también clásicos como Use me o sobre todo Lean on me (min 20:15), su número uno de 1972. Withers compartió a principios de los ochenta un hit con el saxofonista de smooth jazz (todo va de suavidad en esta historia) Grover Washington Jr. Se trata de la célebre Just the two of us, aquí en la toma de estudio incluida en el multivendido álbum del segundo Winelight. Washington Jr aparece en el siguiente vídeo interpretándola en directo con otro vocalista, Zack Sanders:
Y si Withers pasó, a la manera del Almirante David Robinson, un montón de años en la Navy antes de emprender su sueño, las conexiones con el baloncesto de Grover Washington Jr (su padre ya se dedicaba al saxo) resultan más claras. Y no lo digo porque naciera en la ciudad neoyorquina de Buffalo donde Bob McAdoo se hinchó a meter puntos con los Braves, sino por su amor por los Sixers desde que se instaló enPhiladelphia en 1967. El músico no solo culminó su visión del jazz influido por el R&B en Winelight: el disco demostró además su pasión por Julius Erving. A él le dedicó esta Let it flow (for Dr. J), un instrumental a continuación ilustrado con imágenes del hombre cuyos vuelos en la cancha se convirtieron en leyenda:
Washington Jr falleció en 1999 de un repentino ataque al corazón. Su discografía se había vuelto acomodaticia en la segunda parte de su carrera. De la primera en cambio es esta interesante Mr. Magic (1974) que titulaba uno de sus mejores trabajos. Y como entonces no había aún nacido Victor Oladipo ni nadie podía imaginar su futuro con la franquicia de Orlando, mejor concluimos con imágenes del escolta en sus tiempos de la universidad de Indiana con una estrella menos pureta de fondo: Jay Z y su Hola’Hovito (del tremendo álbum de 2001 The Blueprint). Como bien resalta el autor del vídeo al comienzo, podría parecer que el marido de Beyoncé y hoy también agente de jugadores entona “Ola-Oladipo”:
RAMÓN FERNÁNDEZ ESCOBAR
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