Las guitarras de Built to Spill y su líder taponador

No, no es un fanático de los Timberwolves el barbudo que figura sobre estas líneas. Se llama Doug Martsch y lidera una de las bandas más influyentes del indie rock estadounidense de los noventa, Built to Spill, de gira desde ayer por estos lares (aquí las fechas). Lo que no quita para que su vida fluya alrededor de la NBA y una desbordante pasión baloncestística: cumplida la treintena, dejó de fumar y decidió ocupar su tiempo libre siguiendo por televisión a los Blazers y jugando con su hijo, una y otra vez, en la canasta del parque más cercano. Era solo el comienzo de una obsesión. Un enganche tan recomendable como ver a estos tíos en directo. El quinteto de Boise,Idaho, no presenta aún nuevo disco, el último es de 2009, pero supone siempre garantía por un cancionero que incluye maravillas como ésta:

Los arreglos de guitarra de Built to Spill son la distinción de un grupo que siempre bebió de Neil Young (bordan su Cortez the killer) yDinosaur Jr. Y que en vivo reivindica las jam bands, con tres hombres a las seis cuerdas, pasajes instrumentales plenos de imaginación y el gusto por reinventar sus canciones. Los trabajos sobresalientes de los noventa (por ejemplo, este Perfect from now on, íntegro aquí) precedieron a la epifanía de Martsch como loco del basket. Llegó con el cambio de siglo y la momentánea puesta en barbecho de Built to Spill. Su primer disco en solitario, apenas defendido en directo ni promocionado, le dejó todo el margen del mundo para profundizar en su nuevo pasatiempo. Desde entonces, no hay entrevista en la que no hable de baloncesto. Y como miembro con carné de YMCA, aprovecha las giras estadounidenses de la banda para disputar partidillos en las instalaciones de dicha organización (la que parodiaba supuestamente Village People). Así, por todo el país.

Buil to spill basket game

En uno de esos duelos entre músicos, Martsch acabó con un desprendimiento de retina. Aquel día participaban Stephen Malkmus(cerebro de Pavement) y varios miembros de The Shins. El percance retrasó el penúltimo álbum hasta hoy de Built to Spill, You in reverse (2006), al que siguió There’s no enemy en 2009. Su cabecilla, hablando de NBA, vislumbraba hace cuatro años a los Blazers deBrandon Roy y un Oden aún no tan gafado como finalistas en 2014. Proclama a Elizabeth Cambage su jugadora favorita en la WNBA por cómo se faja (y por ir rapada en su día al cincuenta por ciento). Hablamos de esta pívot australiana de las Tulsa Shock que en Londres firmó el primer mate femenino en la historia de los Juegos:

¿Más pruebas de tanta locura por el deporte de la canasta? Esta es la máxima: un videojuego vintage disponible en la web de la formación de Boise desde 2006. Con él cualquiera puede medir su habilidad encestadora frente al poder intimidador de un músico dispuesto a inflarte a tapones. Entrad por favor en este enlace y elegid nombre y número. Podréis comprobar el colmo de la pasión de Martsch, cuyo muñeco hasta pronuncia un repertorio (limitado) de frases para arengar o disuadir al rival.

Pantallazojuego
Si esto no bastara, nada mejor que conocer el telonero en la próxima gira por Estados Unidos de Built to Spill. ¿Quién abrírá para ellos? La banda de garage rock canadiense a lo Black Lips bautizada como un mate: Slam Dunk.

https://youtu.be/Dtzd1-T6Kp0

 

RAMÓN FERNÁNDEZ ESCOBAR

@RamonFdezEs

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