Dave Bing y Marvin Gaye, de la capital a Motown

Las diez derrotas consecutivas de los Pistons en marzo, antes de su pírrica victoria en Charlotte, han pintado un panorama no muy diferente del que se encontró Dave Bing en 2009 al hacerse cargo de la alcaldía de Detroit. Una ciudad encogida y depauperada donde se planteaba demoler 10.000 edificios entre los pasos para hacerla resurgir. ¿Deberían los Pistons pedir consejo al señor Bing? Su historia no es solo la del exitoso hombre de negocios, también la de uno de los 50 mejores jugadores elegidos por la propia NBA en 1996. A quien ya no podrán acudir dentro del ayuntamiento es a Martha Reeves, concejala con el anterior alcalde y promotora, por ejemplo, de que la vieja dirección de Motown, el West Grand Boulevard, ahora lleve el nombre del fundador del sello, Berry Gordy Jr. Y eso que litigó con él durante años por los derechos generados como vocalista principal de Martha & The Vandellas.

Si aún hubiera estado vivo, a lo mejor Bing habría pensado en un viejo amigo de infancia para ese puesto en el consistorio. Rebobinemos hasta Washington D.C. en los años cincuenta. Dave Bing sobresale entre la chavalería de los playgrounds y suele batir al baloncesto a adolescentes más mayores como Marvin Pentz Gay Jr. Este es hijo de un pastor tiránico y violento de la Iglesia Pentecostal. Su pasión por cantar, según revelaría, le salvó de un temprano suicidio y sustituyó sus frustrados sueños como deportista. Bing tuvo otra infancia difícil, no por culpa de su progenitor: se cayó a los cinco años de su caballo de madera y un clavo le provocó una perforación en el ojo izquierdo y visión borrosa de por vida. La vista no le impediría tampoco brillar en el béisbol, deporte en el que su cuerpo menudo no sentía la misma inseguridad que en el basket. Y solo el ver más factible una futura beca de estudios le decide por la canasta. Eso y su admiración por Elgin Baylor. Otro de sus ídolos era Jackie Robinson, pero el mítico beisbolista, a diferencia de Baylor, no había ido a su mismo instituto, el Spingarn Senior High School.

Ozier-muhammad-marvin-gaye-1976_i-G-66-6633-DZVE100ZEl luego conocido como Marvin Gaye empezó en el sello Motown en las veces de batería de estudio y acabó como cantante y compositor capaz de romper moldes. No tenía por fuerte el baloncesto: al final de este vídeo de los setenta se pueden ver sus maneras en el uno contra uno. El rival es Don Cornelius, presentador del show televisivo Soul Train fundamental para popularizar entonces la música negra. Y el árbitro, por cierto, Smokey Robinson, pilar artístico y directivo de Motown. La pasión deportiva de Gaye rozaba a veces el patetismo. Hay alguna biografía suya repartida en conciertos en la que se le define como un atleta total que habría podido sobresalir como nadador comparable a Mark Spitz, velocista, saltador de altura o jugador de béisbol, fútbol americano o basket (en la foto juega con Jesse Jackson). Todo palabrería. El delirio llegó con su amistad con Mel Farr y Lem Barney, astros de los Detroit Lions de la NFL a los que había invitado a hacer coros enWhat’s going on, tema angular de la mayor de sus obras maestras. A Marvin le dio por intentar ser miembro del equipo, profesional del balón ovalado. Utopía descartada por el club tras un breve dejarse querer por motivos publicitarios.

El enclenque Bing estiró hasta el 1,91, y se convirtió como senior en Syracuse en el primer All-American de los Orangemen en cuatro décadas. Allí compartió habitación con Jim Boheim, luego eterno entrenador de la universidad neoyorquina. Fue número dos del draft seleccionado por los Pistons, donde jugó de 1966 a 1975, y rookie del año. Y su gran mérito (no ganó títulos ni siquiera con Bob Lanier en Detroit), seguir siete campañas en la liga después de sufrir en 1971 un desprendimiento parcial de retina en el ojo derecho, desafiando el riesgo de ceguera del que le advirtieron los médicos. La falta de visión periférica y la molestia de los focos le motivaron para mejorar en defensa (siempre fue un gran anotador como base o escolta) e incluso afinar la puntería desde la personal. Cuatro de sus siete presencias en el All-Star son posteriores al incidente, la última ya con losBullets y como MVP del partido en 1976. En la franquicia de Washington militó dos cursos (le comió pronto el terreno Tom Henderson), y otro final en los Celtics.

¿Los vínculos de Marvin con la NBA? Que su hermanastro se llamara como Michael Cooper, el ex de los Lakers, no computa. Tampoco que su hermano Frankie fuera drafteado: se trataba del reclutamiento militar para Vietnam (su experiencia inspiró a Gaye What’s happening brother). Más real es la relación con el nombre completo de pila del hoy alero de los Jazz Marvin Williams: se llama Marvin Gaye en homenaje al cantante. Quizá a sus padres les deslumbró su interpretación del himno estadounidense en el All-Star de 1983. Si alguien piensa que lo patriótico y la sensualidad son como el agua y el aceite, que pulse el play de este vídeo.

Un año después de que el padre de Gaye le asesinara de varios disparos, Ronald Reagan concedió a Bing el premio al mejor pequeño empresario de 1985 (dentro de las minorías raciales). De ahí y la distribución siderúrgica a crear el Bing Group y acabar dando el salto a la política con el partido demócrata. Ahora rige los destinos de la ciudad donde triunfaron tanto él como el músico que nunca dejó de ser su amigo.

Ramón Fernández Escobar

@RamonFdezEs

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